Los Ángeles (CA) – La pandemia más letal desde la mal llamada gripe española de 1918, no solo ha dejado una estela de muertes a lo largo y ancho del planeta. También ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de los sistemas sociales, ha desafiado la capacidad de respuesta del aparato sanitario ante una emergencia de gran magnitud y ha sembrado el temor a que una nueva crisis financiera sacuda los mercados y las bolsas de los principales motores económicos del mundo, incluyendo EEUU.

El ciclo de la pandemia se va cerrando y, con ello, están desapareciendo las medidas a nivel federal, estatal y local que protegían a los más vulnerables. Con la emergencia sanitaria contenida, se ha puesto fin a los programas de ayudas para los autónomos ––como PUA––, se están levantando las moratorias y los Gobiernos son menos propensos a tenderle una mano a quienes viven endeudados, carecen de un empleo estable o permanecen al borde del colapso financiero. Mientras la inflación sigue disparándose y el precio de la vida encareciéndose, los expertos valoran los retos económicos y los factores que podrían desatar una recesión este año.

“Todavía no estamos fuera de peligro”, aseguró Rakeen Mabud, economista jefe de Groundwork y directora gerente de Policy Research, durante un panel organizado por Ethnic Media Services (EMS) el 20 de enero.

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La experta señaló que, sólo el año pasado, la Reserva Federal subió los tipos de interés siete veces y que, lo más probable, es que este escenario vuelva a repetirse. Se refirió, además, a las palabras de Jerome Powell –al frente de la institución–, quien ha admitido que todavía no se ha sentido el impacto completo de estas medidas.

Mabud recalcó que el “motivo real” que está alimentando la inflación en el periodo actual “no es porque la gente tenga más dinero en el bolsillo, o porque esté gastando demasiado”, sino porque vivimos en “un sistema construido por las grandes corporaciones que ha fracasado a la hora de satisfacer las necesidades de la gente en momentos de crisis”.

El bolsillo del consumidor, el mejor termómetro de la avaricia corporativa

La economista denunció, a la vez, la avaricia corporativa y las prácticas especulativas que se originaron en la pandemia, que continúan hasta la fecha, y que están asfixiando al consumidor. “Cualquiera que ha ido a comprar una docena de huevos al supermercado, ha visto la subida de precios”, aseveró.

Mabud descartó que estas subidas estuvieran causadas por gastos más elevados de producción, y lo achacó a las estrategias corporativas dirigidas a maximizar beneficios.

Entre las medidas para frenar y poner fin a este tipo de prácticas, Mabud sugirió que el Congreso introduzca regulación a nivel legislativo, y que el Departamento de Justicia (DOJ) y la Comisión Federal de Mercado (FTC) persigan a los especuladores.

Por último, advirtió que, fruto de las subidas de los tipos interés, la Reserva Federal puede ser la catalizadora de una recesión que deje a millones de personas sin trabajo. Pero también indicó que el paquete de medidas de austeridad promulgado por los republicanos, así como su política tributaria favorable a las grandes fortunas, suponen una segunda amenaza de cara una posible recesión.

¿Se sabe con certeza si habrá una recesión económica?

La sombra de una recesión es también una de las preocupaciones del economista George Fenton, analista sénior de políticas en el Centro para Presupuestos y Prioridades Políticas (CBPP). En su intervención, insistió en que no es posible predecir si habrá una recesión, y agregó que, de haberla, se desconoce su duración y su magnitud.

“El consenso es que, si tenemos una recesión, será corta y superficial. Pero podría ser corta y profunda, o larga y superficial. Realmente no sabemos con seguridad qué va a pasar”, aseveró.

Para evaluar el riesgo de recesión en EEUU, Fenton se apoyó en datos de Moody’s Analytics, que sitúan la probabilidad en un 50%. También citó una encuesta de Bloomberg a 40 economistas, la cual dibuja un escenario menos alentador, con una probabilidad del 70%.

El economista, además, señaló que en época de incertidumbre, medidas como los créditos tributarios por hijos son herramientas “muy importantes” para luchar contra la pobreza, y abogó por la continuación y creación de políticas similares que generen una mayor “seguridad económica”.

El crecimiento del mercado laboral “es insostenible”

Durante su turno de palabra, Wendy Edelberg, ex economista jefe de la Oficina Presupuestaria del Congreso y ahora directora del Proyecto Hamilton en la Institución Brookings, admitió estar “preocupada” por los “desafíos” que se avecinan este año.

Sugiere dar un paso atrás para evaluar con ojo crítico indicadores que, a priori, pueden parecer favorables. Entre ellos, la creación de 250.000 puestos de trabajo en diciembre de 2022. Asegura que este crecimiento laboral es tan potente que “es insostenible”, y recalca que, para evitar el descalabro económico, se tiene que producir una ralentización sistémica.

Para redondear su argumento, Edelberg sostiene que EEUU probablemente arrastraría al mundo a una recesión global si no logra sanear su deuda, y advierte de que los síntomas ya están ahí: Desde la caída de la bolsa en enero de este año, a la bajada de 275 puntos que experimentó el DOW.

Mientras tanto, hace una llamado a la reflexión para trabajadores y consumidores, ya que una de las tendencias que más preocupación le generan es que “estamos gastando (en la esfera del hogar y en la del trabajo) como si no hubiera una pandemia”.

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